Prostock

El primer paso era llevar a cabo un restyling del logotipo. El antiguo diseño había conseguido expresar muy bien el concepto de seguridad y fiabilidad de caracterizan a Prostock. Pero la materialización de esa idea era susceptible de experimentar una mejora.

El cuadrado interior representa la totalidad, y este se ve amurallado por un segundo cuadrado inconcluso, protegido del mismo modo que lo estaría un objeto precioso sobre unas manos que saben apreciarlo. Los cuadrados no se tocan. La protección es delicada, respetuosa, aséptica; pero no es rigurosa. Los tamaños y distancias de separación establecidos entre los distintos elementos no guardaban la coherencia visual necesaria, por lo que debían ser rediseñados. Además, elegimos para ellos una tonalidad grisácea con mayor fuerza, que connotara tecnología y sofisticación.

Del mismo modo, la tipografía podía ser revisada. En este caso, optamos por buscar otra fuente que funcionara como un buen complemento del imagotipo. El uso de mayúsculas, que aportan contundencia y seguridad, resultó la opción más conveniente.

A partir de la actualización de la imagen corporativa, pudimos realizar los elementos materiales que necesitaban en Prostock sin apartarnos de la línea gráfica establecida. Estos son utilizados por sus trabajadores de forma diaria, transmitiendo todos los sentidos que codificamos en la nueva imagen de marca, como impresos, sobres, tarjetas de visita y cuadernos. Para crearlos, decidimos jugar con distintas tonalidades presentes en la escala de grises que combinan con el color corporativo.